Hay un dolor que viene
involucionando desde hace mucho
primero nos sometió,
no ante el más fuerte
sino ante el delincuente
que transformó la Tierra
en parte de su propiedad
y privó al sometido
del trozo paraíso.
Hasta convertirle en esclavo
hasta robarle todo
sus derechos, sus libertades.
Ha habido muchos instantes
en que estos, nosotros
los hemos reivindicado,
desde que el esclavo
aprendió a leer
a costa claro de muchas vidas
porque los dueños
no querían ni quieren
aun, soltar el mango,
pero se ha logrado,
la “Revolución Rusa” impuesta por la fuerza
como los tiempos lo permitían
luego el gobierno de Salvador Allende
elegido democráticamente, pero derrotado
por el imperio norteamericano
de nuestros tiempos,
todo mientras sobrevive
llena de esperanzas una Cuba pobre y aislada,
cuando ahora nace una renovada esperanza
elegida una vez más
por el imperio popular de las urnas.
Pido pues que se rescaten todas las experiencias
que han significado muertes
y en nombre de ellas y el de la humanidad,
por el crecimiento del hombre,
no se desperdicie esta, la última
posibilidad tal vez de hacer bien las cosas
y usando bien el poder
que el pueblo ha delegado en usted
sepa guiar los destinos
de ese hermoso e importante país
de la historia indoamericana
que Venezuela sea un ejemplo,
un buen ejemplo de paz y futuro,
sin muertes, sin atropellos,
y no sea esta una oportunidad
para que los que se sienten
y se han sentido por siempre
los dueños, los países,
los únicos con sentimientos,
vean irse al péndulo de la historia
una vez más alejándose de su control
pero sabiendo y esperando seguros
su regreso, tal como ahora nosotros
esperábamos su regreso llenos de esperanzas
y cuando se acerca
pido, que sepamos leer
tal como aprehendieron
nuestros antepasados, los esclavos
y que no sea un aprovechar la oportunidad
que nos da la historia,
sólo para secar una vez más el futuro
y entregarles la oportunidad nuevamente a ellos,
que se queden esperando,
hasta que se den cuenta
que ya nunca más
y que nosotros les sabremos respetar
para avanzar en paz
y poco a poco hacia un Mundo
en que el socialismo
sea lo que impera en la esencia de la palabra
y no en la pasión de la sangre derramada…
señor presidente
escriba su nombre con mayúscula
en las páginas de la historia.
1 comentario:
Qué cosa tan bonita
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